Para poder entender las funciones del agua, su composición y el ciclo, primero debemos definir qué es el agua: se trata de una sustancia cuyas moléculas están compuestas por un átomo de oxígeno y dos de hidrógeno. Es un líquido inodoro –no tiene olor–, insípido –no tiene sabor– e incoloro –sin color–.
Otro aspecto que define al agua se encuentra en las diferentes funciones que realiza. Todos ellos son vitales para la salud del planeta y de los diferentes ecosistemas que componen el planeta (sean acuáticos o no). Pero también proporciona muchos beneficios para la salud humana que los puede evidenciar en la imagen.
El ciclo hidrológico es uno de los procesos bioquímicos más importantes. El agua sufre una serie de transformaciones y desplazamientos en los que va pasando por sus tres estados: líquido, sólido y gaseoso. La
importancia del agua es que aporta nutrientes a las células, ayuda a la
digestión formando secreciones gástricas, elimina los desechos, mantiene los
riñones sanos y proporciona humedad continua a la piel, ojos, boca y nariz,
lubrica las articulaciones, regula la temperatura corporal y el metabolismo.
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